Un comportamiento impulsivo es cuando actúa rápidamente sin pensar en las consecuencias. No hay nada en tu mente más allá de ese momento exacto.

Todos nos involucramos en un comportamiento impulsivo de vez en cuando, especialmente cuando somos jóvenes. A medida que maduramos, aprendemos a controlar nuestros impulsos en su mayor parte. No es necesariamente parte de un trastorno.

Sin embargo, el comportamiento impulsivo frecuente puede estar asociado con ciertas condiciones de salud mental.

¿Es el comportamiento impulsivo un trastorno?

Por sí solo, el comportamiento impulsivo no es un trastorno. Cualquiera puede actuar por impulsos de vez en cuando.

A veces, el comportamiento impulsivo es parte de un trastorno de control de impulsos u otro trastorno de salud mental. Este puede ser el caso cuando:

  • hay un patrón de comportamiento impulsivo.

  • no puedes controlar los impulsos.

  • hay otros signos y síntomas de enfermedad mental.

Ejemplos de comportamiento impulsivo

Actuar por impulso es espontáneo. No se tiene en cuenta cómo podría afectar a los demás. No hay duda de cómo se sentirá al respecto más tarde. Se trata del aquí y ahora.

Ejemplos de esto incluyen:

  • atracones: excederse en cosas como ir de compras, apostar y comer.

  • destrucción de la propiedad: destruir sus propias cosas o las de otra persona en un momento de ira.

  • escalada de problemas: tomar situaciones menores y hacerlas más urgentes e importantes de lo necesario.

  • arrebatos frecuentes: perder la calma con demasiada frecuencia, incluso cuando es claramente innecesario.

  • compartir en exceso: hablar sin pensar y compartir detalles íntimos.

  • Violencia física: reaccionar de forma exagerada.

  • sexo de riesgo: tener relaciones sexuales sin condón u otro método de barrera, especialmente con una persona cuyo estado de ITS se desconoce.

  • autolesión: hacerse daño a sí mismo en un momento de ira, tristeza o decepción.

Ejemplos en niños

Los niños pequeños suelen ser impulsivos. Eso es porque aún no se dan cuenta de cómo su propio comportamiento puede afectar a los demás. Es posible que no comprendan que sus acciones tienen consecuencias más allá de sus deseos inmediatos.

Algunos ejemplos de esto son:

  • ignorar el peligro: correr hacia la calle sin controlar el tráfico o saltar a una piscina aunque no sepan nadar.

  • interrumpir: meterse con frecuencia en las conversaciones.

  • reacciones de tipo físico: empujar a otro niño o tirar algo cuando está molesto.

  • agarrar: tomar lo que quieren en lugar de pedir o esperar su turno.

  • verbalizar los sentimientos demasiado: gritar o gritar de frustración.

Causas del comportamiento impulsivo​

Cómo tomamos decisiones es un proceso complejo. Es posible que la causa de ser impulsivo no siempre sea evidente.

Las personas también pueden caer en conductas de riesgo por razones distintas a la impulsividad. Tampoco es raro ver impulsividad en niños pequeños que no han desarrollado el autocontrol.

Los investigadores tienen un largo camino por recorrer para comprender completamente los vínculos entre la impulsividad y:

  • personalidad.

  • conectividad cerebral.

  • función del cerebro.

Las condiciones físicas, como las lesiones cerebrales y los accidentes cerebrovasculares, también pueden provocar síntomas como el comportamiento impulsivo.

¿Cómo controlar el comportamiento impulsivo?

La forma de abordar este comportamiento depende de la causa. En muchos casos, la persona no tiene la culpa. Puede que no tenga la capacidad de cambiar.

Cuando es su hijo, puede:

  • hacerle consciente de su impulsividad y cómo le afecta posteriormente.

  • explorar comportamientos alternativos mediante el juego de roles.

  • enseñar y practicar la paciencia.

Puede lidiar con sus propias tendencias impulsivas al:

  • caminar mentalmente a través de posibles escenarios y practicar cómo detenerse y pensar antes de actuar.

  • lidiar directamente con su impulsividad habitual al hacer que sea más difícil darse atracones, derrochar o sumergirse de lleno en las cosas.

Consejos para tratar la impulsividad

Algunos consejos útiles para mejorar el control de la conducta impulsiva son los siguientes.

1. Siga un estilo de vida saludable: alimentación, ejercicio y descanso.

2. Modifique su entorno.

Debe procurar evitar exponerse a contextos en los que la impulsividad es una reacción frecuente a lo que ocurre.

3. Cuestione sus creencias.

Puede hacerse, por ejemplo, a través de la reestructuración cognitiva en psicoterapia.

4. Concéntrese en sus acciones.

Controlar las acciones se relaciona con la regulación de los pensamientos y las emociones. Por tanto, no ceder a los arrebatos físicos ayuda a ser demasiado impulsivo.

5. Relaciónese con personas no impulsivas.

Interactuar a menudo con personas impulsivas hará que tendamos a serlo más. Modificar los círculos sociales nos ayudará a superar la impulsividad.

Sobre el autor

Julio García | Psicólogo en Valencia

Me llamo Julio García y soy psicólogo en Valencia. Te ayudaré a sentirte mejor y a encontrar la mejor solución a los problemas que te preocupan.

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